Luca

Luca es un Bárbaro del reino de Syrtis, en el mágico mundo virtual del juego Regnum On Line, de la empresa argentina NGD Studios.

Luca odia su rojo pelo, y este es el relato de sus aventuras en clave de humor.

(habilité los comentarios anónimos, así que escriban sin miedo... )

Capítulo XXII - Caballos

Poco a poco, lento como el rojo amanecer de las playas de Rasius, la conciencia empieza a retornar al castigado cerebro del bárbaro, cuyo fornido cuerpo yace inánime a los pies de la empinada y traicionera escalera, que conduce al conocedor, al tristemente célebre antro donde se desarrollaran los eventos de la, hace largo rato, pasada noche.

Más un llamado de alerta, insistente como una Avispa Verde, zumba merodeando la atención del guerrero, que intenta en sueños descubrir el origen de la inconciente advertencia. Hasta que al fin, bruscamente, cae en cuenta del sentimiento que lo incomoda, y su instinto provoca un súbita reacción, al reconocer la fuente de su inquietud.

El olor. El hedor, penetrante y nauseabundo que logra al fin traspasar la epesa capa de su resaca y hiere con malicia sus fosas nasales, levemente hundidas en el fresco césped.

- Cabras ! - Grita, incorporándose de un salto, mientas busca su espada. Su pesada bota se hunde, con un burbujeo, en algo blando y pastoso, que exhala un nueva y poderosa bocanda del destestable olor. Se sorprende de ver ante sí, la tranquila plaza central de Rae. Baja la vista y mira con desagrado la pegajosa sustancia que recubre su pie.

- Pero.. ¿Que mierda es esto ? - se queja Luca, sacudiendo trabajosamente su extremidad.

- Eso. Mierda. Mierda de caballos.

A su lado, visiblemente ofuscado, el comerciante de armas, lo contempla con una pala en la mano. Seca la abundante transpiración que corre por su frente, y continúa su colérica diatriba.

- Mierda de caballos por todos lados !. Mirá como cagaron la plaza... ¿A vos te parece? - De pronto girando, increpa agriamente a un jinete cuya montura se halla en ese instante, abocada al mismísimo acto de excreción tan crudamente descripto por el enojado mercader, y que tales abundantes e incomodas secuelas dejara tras de sí.

- Flaquito... no lo podés llevar un poquito más lejos... ¿ no ves que me estás cagando la puerta del boliche ?
- ¿Tienes espadas nibel 12 ? - pregunta impetérrito el jovenzuelo.
- 12 patadas en el orto te voy a dar, la puta que te parió !!! - furioso, el mercader, esgrime su pala , cual si de un hacha guerrera se tratase.

Afortunadamente la discusión es interrumpida por otro jinete, que vestido con una liviana armadura de cuero, propia de los niveles bajos, atrasviesa raudamente la plaza, llamando a viva voz al otro inexperto caballero.

- Vení, vení vamos a conocer la Zona de Guerra !
- ¿Qué es la Zona de Guerra ? - pregunta el mismo, al tiempo que arranca su montura en rápida carrera, y se pierde tras unos instantes, en el hollado camino rumbo a la Frontera Norte.

- ¿Te das cuenta ? - el mercader, sacude su cabeza con resignación. - Asi no se puede... primero lo del Silencio, después lo del oro... ahora los caballos... esto va a traer quilombo, acordate...

- Callate, pelado puto - la ronca voz del herrero, se deja oir desde la próxima caballeriza, situada a le entrada occidental de la ciudad. - Vos, ¿ por que no vendés algo como la gente ? ¿Por que no vendés algo con bonus?

Luca se vuelve al comerciante, interrogándolo ansiosamente.

- ¿Vendés cosas con bonus ?

El mercader lo mira iracundo.

- ¿ Sos boludo vos, o me estás cargando ? Ojalá pudiera... - alza los ojos al cielo, mascullando rabiosamente - que reino de boludos, por NGD... con razón hay tanta gente que se está yendo...

- ¿Yendo ? ¿Yendo a dónde?

El rudo vendedor lo mira un instante, calibrando si es verdadera la ignorancia del pelirrojo, o si está siendo fruto de una broma. Al no encontrar en la ruda fisonomía del guerrero signos de burla, y solo una profunda incomprensión, sumada tal vez a la evidente falta de apropiado descanso, decide responderle sinceramente. Apoyandose en la pala, que descansa por un instante de su necesaria más repungante tarea, se dirige en tono complice a Luca, que asombrado escucha sus palabras.

- A Alsius pibe... se están yendo a Alisus.

Luca se horroriza al escuchar la mordaz explicación, de lo que sin dudas es la peor traición posible, pasarse al reino enemigo.

- Y viste, empezaron con lo del cansancio, después con la inflación... los precios se fueron a las nubes. ¿Sabes como putean los arqueros ? Las reparaciones están un huevo... y parece que allá... - el calvo comerciante, mira a ambos lados, en busca de posibles escuchas indiscretos, y bjando aún más la voz, continúa.

- Allá el oro te rinde de otra manera... están sacando fortunas... y para levear, también tienen como un subsidio... parece que es un plan del gobierno para meter más gente... vienen para atrás las cabras sino.

Era cierto. El otrora poderoso reino de Alsius, se hallaba mermado en cantidad de habitantes, en comparación con los siempre crecientes reinos de Ignis, y el aún más prolífico Syrtis. Comentaban las malas lenguas, que la falta de nuevos alsirios se debía, quizás en parte, al las condenables prácticas interraciales que secretamente se llevaban a cabo, en las largas noches heladas del reino azul, actividades que, sin dejar de ser placenteras tanto para los bien dotados enanos como para las cariñosas Uthgars, no daban por cierto, el ansiado fruto de la tan necesaria descendencia.

- Pero.. cambiarse de reino... y los amigos.. la familia...

- Y si, es empezar todo de nuevo... además el idioma... que se yo, yo ni en pedo... el que andaba queriendo irse, es uno de tu clan... Fergilmour

- Uh... Ferg... - Luca piensa por un momento - Hace bocha que no lo veo, ahora que me decís...

- Ah si... está ahi clavado esperando a Vesper.

El bárbaro se estremece al recordar su primer encuentro con el gigantesco dragón verde, poderosa bestia que habitaba el reino de Syrtis. "está muerto", había dicho "me parece que está muerto", antes de descubirir, demasiado tarde para intentar un huida, que el gran gusano solo dormía.

- Andá a preguntarle...

- Seee... - dubitativo, Luca alza la vista al cielo, tratando de estimar la hora en base a la posición del sol en el cielo - pero ir hasta allá... ahora.. la verdá, me da fiaca.

- Y comprate un caballo, pete - le dice con sorna el comerciante.

- Jeje - el bárbaro rie tontamente. - claro -

Da una media vuelta, y en un par de zancadas llega junto al herrero, que ávidamente recuenta una enorme pila de monedas de oro.

Una aflautada voz, lo saluda desde atrás.

- Hola osito...

Luca se vuelve sorprendido, encontrando a sus espaldas, demasiado cerca para su gusto, al delicado peluquero que compartía el local con el vendedor de caballos.

En un bruñido escudo, que a manera de espejo, cuelga de una pared, el bárbaro busca su imagen, y tras un instante, reconoce con sorpresa como suyo, el macilento rostro que lo contempla desde el reflejo, enmarcadas sus rudas facciones en un inverosímil gorro de piel de oso. Extrañado, ruge al infinito...

- La puta madre ! -

Capítulo XXIII - La Mula Elite




6 comentarios:

Tuor dijo...

Golazooooooo XD

Cazuelita F.C dijo...

jaja muy bueno luquita

Cazuelita F.C dijo...

sot gott xD

BlaueSonne dijo...

GENIAAAAAAAAAL!!!

Que grooooooosoooooooo!

Cuando leí el nombre del cap creí que era de los Valkinenses

Calafate dijo...

Grande Luca!!!! siempre sorprendiendonos y entreteniendonos con tus temas e historias, te felicito!!!!

Anónimo dijo...

realmente ngd te deve un reconocimiento con las canciones y las historias te pasas son increiblemente buenas felicitaciones de un fan del pelo rojo ajajajaajja